2006-06-23

Lluvia de sapos en Elgoibar

Los sapos apenas tenían el tamaño de media yema de un dedo.














Los vecinos de Elgoibar residentes en la calle Rosario y en las inmediaciones de la casa de Cultura se despertaron ayer con un espectáculo poco habitual que, a más de uno, le hizo pellizcarse para ver si realmente era cierto lo que tenía ante sus ojos. El reloj marcaba en torno a las 7.00 horas y la tormenta que arreciaba en la localidad traía, además de agua, sapos. Como suena.

Al menos esa es la impresión que se llevaron quienes en esos momentos salían a las calles ubicadas junto al cauce del río Deba, cada vez más repletas de los diminutos animales, de apenas un centímetro de longitud.

La elgoibartarra Nerea Lodoso es una de las personas que pudo contemplar el insólito espectáculo. Según cuenta, eran en torno a las 7.30 horas cuando, en el trayecto hacia el trabajo, le "llamó la atención el gran número de pequeños puntos negros que había en el suelo". En un primer momento, esta ciudadana pensó que eran piedras aunque, asegura, "enseguida" se dio cuenta de que "algunos de esos puntos daban saltos" y, para su sorpresa, vio que "eran minúsculas ranas, de un tamaño equivalente a media yema de un dedo".




Quienes disfrutaron ayer de lo lindo con la aparición masiva de pequeños sapos fueron los pequeños de la localidad que, cada cual a su manera, recogieron por docenas los animales. Como caídos del cielo.